domingo, 20 de junio de 2010

EL "POLACO" GOYENECHE

Juan Yáñez



         Así era conocido Roberto Goyeneche, uno de los grandes cantantes de tango. Actuó durante muchos años con la orquesta de otro grande e irremplazable músico: Aníbal Troilo, Pichuco.

Ambos grabaron ese magnífico tango que se convirtiera en un clasico de la música de Buenos Aires: Sur,  que escribiera Homero Manzi.
¿Quién no recuerda su nostálgica letra que  dice?:


"San Juan y Boedo antigua y todo el cielo, Pompeya y más allá la inundación.
Tu melena de novia en el recuerdo y tu nombre flotando en el adios...
La esquina del herrero, barro y pampa;  tu casa, tu vereda 
y el zanjón. Y un perfume de yuyos y de alfalfa que me llena de nuevo el corazón...
Sur, paredón y después, Sur, una luz de almacén...
Ya nunca me verás como me vieras, recostado en la vidriera esperándote..."


Aún hoy el Polaco la entona  --desde el disco-- con un estilo único, muy personal e inconfundible. Ya para la época en que coincidimos, ―fue en Mar del Plata― allí estaba presentándose acompañado por el Sexteto Tango, en el mes de julio de 1973, según creo recordar.


 Era costumbre como aún  lo es, que muchos artistas y figuras del espectáculo se presentaran en la ciudad balnearia, −más preferida y bulliciosa de la Argentina− durante la extensa y muy concurrida  temporada veraniega; y aún en el transcurrir de las cortas y menos populosas  vacaciones escolares de invierno. No pocos porteños, hoy al igual que ayer, frecuentan la ciudad, --en esa estación-- con toda su familia, para descansar y divertirse durante las dos semanas del obligado receso.

Era Mar del Plata, para mi, a pesar del viento y el frío invernal, un destino fascinante. Estaba yo allí, a la sazón, solo y tramitando unos engorrosos permisos municipales. Residía en una enorme y deshabitada casa. Una de esas tardes  −particularmente gris, fría y melancólica− salí para la panadería a buscar algo con que acompañar unos mates.
Era un pequeño comercio cercano y cuando me están atendiendo, llega súbitamente el Polaco. Reconocí  al instante su estampa y me sorprendió su presencia allí. 
Él, sin esperar a que le preguntaran que deseaba y sin aguardar su turno, pidió de viva voz los clásicos bizcochos de grasa. 


Su aspecto era por demás informal. Vestía una chaqueta tejida de lana, unos pantalones de pana y a su calzado lo consideré lo más irredento de su vestuario. Insólitamente cubría sus pies con unas pantuflas de entrecasa. Sin duda, atiné a pensar, que viviría cerca, estaría tan solitario como yo y por la brevedad de la diligencia no le importó su indumentaria. Extraña actitud en una reconocida figura del espectáculo, en que la pinta no es lo de menos, sino todo lo contrario...




La expresión de su rostro era hosca y displicente, luego de ser atendido salió como entró, sin saludar...
Quizás ese sería su estilo o simplemente estaba malhumorado, o quizás por su desaliño querría llegar, e irse prontamente y tratar de pasar  inadvertido. Vaya uno a saber... También yo compré esos bizcochos y caminando para la casa quedé pensando en el fortuito encuentro.
Hoy, ya con unos cuantos años de más encima y al igual de mis otros fugaces e imprevistos encuentros con personajes de la talla de Borges y de Cortazar; de la misma forma lamenté en esta ocasión, no haberme atrevido a dirigirle algunas palabras.., y si cuadraba, hasta invitarle a compartir algunos mates; dada nuestra recíproca, aunque temporal soledad.
Me consuela imaginar  que por la cara que traía, sería poco probable que aceptara.., aunque para saber.., solo Dios...


   El "Polaco" con otro de los grandes, Edmundo Rivero. 


Material gráfico, agradecimientos a: baraderoteinforma.com.ar   sacredmonster.com.ar   el-ndi.com.ar   musicabazuca.com   turismoayelen.com   flickr.com   tangopasiones.com.ar   www.todotango.com 
   

sábado, 12 de junio de 2010

GATICA


Juan Yáñez



José María Gatica (1925-1963) fue sin duda el boxeador de más arraigo popular entre todos los púgiles argentinos de la vieja guardia. Lo conocían con el mote del mono Gatica. Era un peleador, indisciplinado, capaz de jugarle sucio al adversario, pero era valiente y aguerrido. Y esa era quizás su única virtud.




El destino que lo llenara de

gloria en las primeras luces de

su carrera lo atrapa inclemente

en el ocaso. Su historia, como la

de tantos otros deportistas con

similar sino, es triste y trágica a

la vez.







Una gélida noche, de invierno, precisamente la del 8 de julio de 1950, peleaban en el Luna Park, Eduardo Lausse con Kid Cachetada. Mi tío José Juiz, --que era un apasionado del  boxeo y también amigo personal de Lausse, al que llamaron con toda justicia, el “Campeón Mundial de los medianos sin corona”--  se acercó por el negocio de mi padre con la intención de invitarlo a presenciar esta pelea.


 Yo acababa de cumplir los diez

años, a la sazón y afortunadamente

estaba allí presente y al oír la

invitación, mi entusiasmo no tuvo

límites; sabía que mi padre era capaz de

llevarme, pero quedaba la duda de que

algún inconveniente lo impidiera. No

paré de rogar un instante hasta

que fui cariñosamente consentido.


En aquellos años y seguramente como lo será hoy día, presenciar un combate de boxeadores profesionales de primera magnitud por un niño y desde el ring side del Luna Park era un acontecimiento inconcebible y milagroso.


Mi tío tenía una “baturé” Oldsmobile 1939, un auto deportivo clásico, con llantas de rayos,  color marfil, impecable y lujoso. Con él llegamos al estadio y lo estacionamos en un “garaje” de las inmediaciones que era atendido por un hombre que por su tonada era indudablemente de las tierras altas de Galicia.

Cuando bajábamos del auto vemos sorprendentemente a Gatica…, allí, frente a nosotros. Está vestido con un traje cortado al más ostentoso y atrevido estilo gigoló de la época, con el saco cruzado, de grandes hombreras y anchas solapas y el pantalón con su talle exageradamente alto. Adopta una pose jactanciosa y con las manos en los bolsillos, nos observa y en tono burlón propio de los que están pasados de copas, nos dice:


−¿Ustedes vienen a ver esta pelea? − y prosigue, pedestre y altanero − Para ver boxear me tienen que venir a ver a mi−…. y sacando una mano del bolsillo se señala el pecho.


En eso pasa por la entrada una barra de muchachotes alborotadores que asistirían al estadio con toda seguridad y al reconocer a Gatica prorrumpen en exclamaciones. El hombre alertado ante el alboroto, y el temor de que la turba entrara al garage, levanta el cepillo con el que está barriendo, y amenazando al “mono”, le grita:−Va, va, va, pa´ fuera..!!!

Y Gatica, sonriendo con ironía, aceptando la situación, a paso bailarín, burlón y desganado se encamina hacia la salida, para aunarse con sus admiradores. Al salir nosotros, el hombre sonriente, deja de barrer un instante, con su particular tonada y justificando su brusquedad nos dice alzando la voz para que lo oigamos en medio del bullicio: −Ustedes disculpen, pero aquí viene cada loco… 


Una foto para el recuerdo, en ocasión del compromiso matrimonial de mi primo Josecito Juiz. De izquiierda a derecha: mis primos,  Paco Corzo y Josecito;  la novia, María Edith; Eduardo Lausse; mi padre y Tino Porzio.  (Año 1954)

Material gráfico: despatriados.com   blogsclarin.com  pagina12.com.ar  aringa.net  vagos.es   fotolog.com  todoargentima.net   articulomercadolibre.com.ar    todotango.com    facebook.com.ar   y del autor.

sábado, 5 de junio de 2010

DISCURSO DE LA DIPUTADA LIDIA "PINKY" SATRAGNO EN LA SESIÓN ESPECIAL POR EL BICENTENARIO






Mas allá de cualquier posición partidista, un discurso valiente, para leerlo y si se está de acuerdo, DIFUNDIRLO.


Creo que, en vez de rendirles un homenaje, deberíamos hacerles un desagravio a los hombres de Mayo.






Es cierto que, hace 200 años, había en la sociedad –como hoy y como siempre—porcentajes de mediocridad, mezquindades y enfrentamientos.






Sin embargo, al lado de esas fallas, nuestros antepasados derrocharon genio, generosidad y espíritu solidario.


Aquellos patriotas tenían visión, tenían objetivos y tenían capacidad de lucha:


- Contagiaban su patriotismo a la sociedad.
- La invitaban a una gesta.






Hoy, los argentinos no nos sentimos convocados a ningún esfuerzo común. No creemos en la unidad entre gobernantes y gobernados. No pensamos que nuestro bienestar está en manos de quienes conducen la Nación.


Quiero referirme a un hecho simbólico, no sin antes advertir que amo el fútbol. Soy “cuervo” y vibro con la selección.










Lo que me estremece es que hoy, en el Bicentenario de la patria, la esperanza de ganar en Sudáfrica sea el ÚNICO factor de unidad nacional.




Hace unos días, en Israel, Charly García interpretó su versión del Himno Nacional ante millares de argentinos.


- Al finalizar, no hubo vivas a la patria lejana;
- La multitud comenzó a corear “Volveremos, volveremos”, como si sólo la moviera la posibilidad de ser “campeones, como en el 86” .
Lo peor es que ese gesto sugería que, en caso de perder la selección (Dios y Messi no lo permitan) nos quedaríamos sin ningún factor de unión.
Creo que todos debemos reflexionar sobre el papel que cumplimos en esta sociedad.






Los que no somos Maradona, ni Mascherano, ni el Pipita Higuaín, ¿qué hacemos para que nuestros compatriotas se sientan orgullosos de ser argentinos?


 ¿De qué se ocupa esta Cámara de Diputados?






* ¿Cuáles son los proyectos que trata y cuáles son los que no trata?
* ¿Cómo van a cambiar, nuestras decisiones, la vida de la gente?






*¿En qué ayudaremos a que la Argentina se desarrolle, económica y socialmente?
* ¿Qué aporte haremos a nuestra alicaída educación?






* ¿Vamos a quedarnos cruzados de brazos mientras la inseguridad se lleva cientos de vidas por semana?
* ¿Seguiremos tolerando la desigualdad social obscena?


A mí me indigna cuando se me dice que “es difícil” hacer todo lo que deberíamos hacer. Que hay “muchos obstáculos”. Que los medios de comunicación no ayudan.
 ¿Era fácil construir, partiendo de cero, la armazón jurídica de un nuevo Estado, formar una burocracia, establecer un sistema judicial y crear un sistema monetario?
* ¿Era fácil enfrentar a los fogueados militares realistas?
* ¿Era fácil improvisar ejércitos con desertores, libertos y presos?






* ¿Era fácil, para un abogado como Manuel Belgrano, ganar las dos batallas más trascendentes de nuestra historia patria, Salta y Tucumán?
 ¿Era fácil cruzar los Andes para liberar Chile y luego ir por mar a liberar el Perú?


Los obstáculos que hoy tenemos son ínfimos al lado de los que debieron superar los próceres. No busquemos excusas. No convirtamos el Bicentenario en un show frívolo e intrascendente.
Como ferviente belgraniana que soy, pido que oigamos lo que, tantos años atrás, quiso enseñarnos Belgrano:


“Este país, que al parecer no reflexiona ni tiene conocimientos económicos, será un país desgraciado, si esteriliza la feracidad de sus tierras y desatiende su industria. Pero eso no es todo. Sin educación, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos”.







También dijo: “Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria."
Belgrano nos enseñó qué debíamos hacer !






Pero también nos enseñó cómo debíamos hacerlo !
Dijo que era necesario “trabajar por la patria poniendo voluntad, no incertidumbre; método, no desorden; disciplina, no caos; constancia no improvisación; firmeza, no blandura; magnanimidad, no condescendencia." El lo cumplió.










Recomendó, además, que los gobernantes no buscaran “glorias ni honores”, y que no respondieran a “intereses” distintos de los intereses de la Patria.







El día que todo esto sea verdad en la Argentina, podremos festejar sin hipocresías.






Ojalá sea el 9 de julio de 2016.
 
 
Material gráfico:  Annemarie Heinrich . Juan Yáñez .  item.blogdiario.com   http://www.encuentrotresdejulio.blogspot.com/  http://www.diarioperfil.com.ar/   es.wikipedia.org   tresconproyeccion.wordpress.com  http://www.cultura.gov.ar/   http://www.lv12.com.ar/   http://www.todoargentina.net/   http://www.euskalechea.esc.edu.ar/   http://www.prensanecochea.wordpress.com/    http://www.taringa.net/