martes, 30 de marzo de 2010

RESIDUOS (cuento)

ANTONIO PILARA

Esta entrada forma parte de la colección

      INVITADOS A MI BLOG


Capitulo I



Todo había empezado con un simple accidente.
En el Centro de Energía Dirigida, se había probado con éxito el primer transportador de energía, eso equivalía a unos de los descubrimientos más importantes del principio del siglo XXI, los engorrosos sistemas de torres y cableados de alta tensión quedarían obsoletos, las famosas torres serian inútiles monumentos de metal.
Pero gracias a la negligencia de un empleado se comprobó, que, si esa energía era controlada y dirigida a un objeto, éste se convertía también en energía, y cuando era recibida en otro punto, el objeto cobraba nuevamente forma, en el receptor.

Los primeros ensayos no dieron los resultados previstos, pero después de varios fracasos el día llegó.

Lo primero que se transportó fue un paquete de cigarrillos, la distancia fue de solo 15 metros.

La prueba fue un éxito; pero los investigadores buscaban mas, una aplicación que ayudara al hombre.


El tiempo pasó, todo se realizaba en el más profundo secreto. Sus utilidades eran ilimitadas, tanto bélicas como sociales; pero una pregunta flotaba en los laboratorios. ¿Que pasaría con un ser vivo? No tardaron mucho en encontrar una respuesta, primero fueron pequeños animales hasta llegar al más parecido al hombre.

Si esto se lograba, el Centro sería el iniciador de una industria y las regalías serían cuantiosas.


Con el tiempo, su aplicación se popularizó, y una empresa nació,... “TED”, (Transportes Energético a Distancia), como familiarmente la denominaban”. Su primera aplicación, fue en el transporte de mercaderías, a raíz de eso, los costos de fletes se redujeron considerablemente. Poco a poco se comenzó a usar en el transporte de pasajeros para larga distancia, el mundo se redujo, se unió más.


Los viajes espaciales también recibieron el beneficio del TED... En la luna ya funcionaban dos bases y el ultimo viaje con el transbordador fue para armar en la Luna un centro de recepción.

El sistema era muy simple, funcionaba con una antena parabólica, ésta tenia doble función, transmitir y recibir, los centros eran adaptados según el requerimiento o uso; y un día sucedió.



Dos container esperaban para ser transportados a la base Lunar; ¿Como?, ¿Quien?, ¿Cuando?,... jamas se supo. Los containers jamas llegaron, la investigación llegó a descubrir que la antena de la Tierra se había desviado unos pocos grados, los containers en forma de ondas electromagnéticas se perdieron en el espacio.


Ese error llevó a algo que nadie había pensado, deshacerse de los residuos nucleares y tóxicos que tanto daño estaba haciendo al planeta. La idea fue aceptada por el mundo entero y con el correr del tiempo, el hombre se fue deshaciendo de toda la basura que creaba.



Alguien había dicho que el Universo era de dimensiones infinitas y en él se podía depositar toda la basura.

La Tierra se fue transformando en un planeta limpio, el cielo volvió a ser azul, los ríos se purificaron, el planeta estaba a salvo,... Pero...


Capitulo II





Los años pasaron, el planeta Tierra volvió a revivir, la naturaleza le había dado al hombre otra oportunidad. La Luna no era el único cuerpo celeste que el hombre había conquistado, la raza humana respiraba tranquila, nuevos aires y nuevas esperanzas se abrían para el futuro, la economía mundial llegó a su apogeo. La pobreza, aunque todavía no se había erradicado del todo, estaba siendo eliminada, las fronteras políticas ya no existían, el mundo estaba más unido que nunca, las diferencias sociales, étnicas, ya quedaban en el pasado como un error. El hombre comenzó a vivir en paz.


Pero un día en uno de los centros de transporte. El mismo lugar, donde hacia 65 años atrás, había comenzado el error que llevó al mundo a su bienestar... Ante el asombro del personal que estaba de guardia, apareció un container, cuando llegaron los técnicos verificaron que su procedencia era de algún lugar del espacio, la noticia quedó en secreto. La investigación llevó a descubrir que ese container había sido despachado desde la Tierra hacia la Luna, pero, ¿cuando?.............Se buscaron los legajos y apareció la respuesta.



_ Señor este es un despacho... _ Su voz se quebró, no podía creer, no entendía. Entregó a su superior el despacho y el estupor invadió a todo el personal. El contenedor, era el que se había extraviado. Estaban ante una dolorosa verdad que al principio no la veían con claridad; una idea invadió a todos, nadie dijo palabra alguna, ya no había dudas.

 
El hombre había conquistado todo, pero había obviado las leyes inmutables del Universo; leyes inamovibles del principio del tiempo.

Trataron de buscar una solución, pero con cada una nacían muchas interrogantes. Apagar los sistemas era imposible, el mundo entero caería en el caos, era una carrera contra el tiempo del Universo, no contra el tiempo del hombre;...y...........

El mundo estaba lleno de antenas, cada casa, cada edificio, cada industria, poseía su propio equipo.

¿Que había pasado?.....Aquel día en que el container se extravío, las ondas comenzaron un camino hacia el infinito, pero en el camino algo se atravesó, solo rebotaron y volvieron a su lugar de origen. Así de simple.

Primero fue el container y después fue todo lo que durante 65 años el hombre desechó.

El hombre jamas podrá deshacerse de sus propios desechos tarde o temprano vuelven a él.


F I N

Material gráfico: algoestacambiando.wordpress.com


EL AUTOR
Antonio Pilara (68) es un argentino nacido es Buenos Aires. Hace 10 años que se ha establecido en Río de Janeiro, Brasil. Se dedica a la promoción y producción musical y cuando sus ocupaciones le dejan tiempo libre,  escribe. Ha publicado la novela "El retorno" y el libro "Mas allá del horizonte" de éste último forma parte el cuento "Retorno". Es posible adquirirlo a traves de Site http://www.bubok.com/ , solamente digitando el nombre del libro.