Había una vez un hombre con cuatro hijos. Él deseaba que sus hijos aprendieran a juzgar las cosas sin prejuicios ni apresuramientos.
El primer hijo se fue al invierno.
El tercer hijo al verano y el más joven al otoño.
El tercer hijo estuvo en desacuerdo, comentó que árbol estaba lleno de brotes frutales que desprendían un aroma dulce fresco y hermoso. El árbol era la cosa más hermosa que había visto.

Entonces el padre explicó a sus hijos que todos tenían razón, porque cada uno había observado solamente una temporada en la vida de aquel árbol.
Le explicó que no pueden juzgar a nadie solamente por un período de su vida.

Detrás de todo está presente el amor de Dios, que nos dignifica y salva.
No te des por vencido cuando es invierno porque perderás las oportunidades de la primavera, la belleza del verano y las promesas del otoño.
No dejes que el valor de una temporada destruya el gozo de las demás y no juzgues la vida por una época difícil…
Mantente firme en las dificultades y mejores tiempos vendrán con toda seguridad…
Aspira a inspirar.., antes que a expirar.
Vive sencillamente, ama generosamente y que te importe todo.
Habla con gentileza, sé cordial, solidario, y deja lo demás a Dios.
Cuando eres feliz contagiarás la felicidad a los demás.
La voluntad te mantendrá fuerte.
Los sufrimientos te templarán el espíritu.
Las derrotas te consolidarán y desarrollarán tu humildad.
Los éxitos te darán fuerzas y esperanzas para seguir.
Pero solo Dios es el que te mantiene en la vida.
Así que cuídate y también de esa forma cuidarás de aquello que ÉL con tanta sabiduría creó...
Material gráfico, agradecimientos a: radioblog.gathacol.net lacomunidad.elpais.com poemasdelalma.com new.taringa.net foroantiguo.infojardin.com mar0011.spaceslive.com pensamientocritico.wordpress.com livingviajes.com anthon87.wordpress.com cubatellama.blogspot.com ponferradasostenible.org perso.wanadoo.es abrilviajes.com