viernes, 29 de marzo de 2013

“HA LLENADO EL GOBIERNO DE PUTOS Y ZURDOS” ( Dicho por Perón a Cámpora en España, antes de su regreso)

Perón y Cámpora, todavía sonrientes

…Un poco de historia nunca viene mal, más para la juventud argentina de este tiempo, que no conoció aquella época. También sirve para los no tan jóvenes, para los viejos y para los que allá vamos…

LA NOTA ES ÚTIL PARA AQUELLOS QUE QUIEREN CONOCER LA HISTORIA COMPLETA Y RECORDAR LA FRASE QUE EL KKK SE OCUPÓ SIEMPRE DE OCULTAR:

Lo que dijo PERON, RESPECTO de CÁMPORA:

“HA LLENADO EL GOBIERNO DE PUTOS Y ZURDOS” ( Dicho por Perón a Cámpora en España, antes de su regreso)

(Sigan leyendo que la historia se pone interesante...) 

Publicado por SANTIAGO TIERRA POLITICA

Cuando una suerte de chicos que cobran mucho dinero, profusamente metidos en la lujuria, la droga, el alcohol y el sexo desenfrenado, se hacen llamar a sí mismos “ La Cámpora ”, una agrupación política de Máximo, el hijo de Néstor, uno se pregunta: ¿Pero quién fue Cámpora?.

Y al referirse a él sin el verdadero conocimiento de la Historia Argentina , estos chicos sólo escriben drogados en Blogs y Twitters. Al estilo Heyn, masturbación extrema es el baluarte del poder de la presidente, ocupando cargos de responsabilidad.

CÁMPORA, LA VERDAD :

Hugo del Carril contaba que, tras el golpe de estado de 1955, le tocó ser preso político en el sur junto a Cámpora y otros ex funcionarios del régimen depuesto. “Se quejaba y lloriqueaba todo el día. Decía que él no había hecho nada. Que el que manejaba todo era Perón. Los compañeros de prisión lo despreciábamos …”.

Cuando Lanusse convocó a elecciones generales para 1973, Perón seguía proscripto desde 1955; no podía ser candidato. Entonces, en una de sus típicas jugadas, anuncia que el candidato va a ser Cámpora, su delegado, su “mucamo”. Una muestra del espíritu burlón y “cachador” de criollo a veces taimado que tenía Perón. “Sigo proscripto, pero a esta elección la gano poniendo a cualquiera. Hasta con Camporita les gano …” Fue la respuesta irónica a su proscripción .

Pero la conducción de Montoneros vio en esa candidatura de Cámpora la posibilidad cierta de “hacerle un corte de manga al Viejo”, y entornaron al sonriente “mucamo”. Tras el triunfo electoral del 11 de Marzo de 1973, el Presidente constitucional no era Perón, sino “El Tío Cámpora”; y allí surgió lo que se conoció como “Camporismo”.

La duración del “Camporismo” en el poder fue breve, agitada y tumultuosa.
Duró apenas desde el 25 de Mayo hasta el 20 de Junio de ese año ’73. En menos de un mes, Cámpora se limitó a hacer lo que le ordenaba la cúpula de Montoneros, y el país fue envuelto en el caos. Se liberaron los terroristas condenados por la Justicia , los que estaban procesados y delincuentes comunes, algunos con captura internacional como Francois Chiappe. Se produjeron las “tomas” y “ocupaciones” de universidades, colegios secundarios, emisoras radiales, canales de TV, oficinas públicas y estaciones de ferrocarril y micros. Se quemaron los prontuarios y archivos delictivos en la sede de la Policía Federal. Se hostigaba a dirigentes gremiales como José Ignacio Rucci, titular de la CGT , acusándolos de “burócratas sindicales”. Los atentados se sucedían día tras día.

Era “la patria socialista”. Habían llegado al poder. Especulaban con la
precaria salud de Perón. “Al Viejo no le queda mucho de vida. Hay que
apoyarse en Cámpora, que es el Presidente”. Perón es como la estampita de Ceferino Namuncurá. “Nosotros somos la vanguardia revolucionaria, que llevará al socialismo”. Así lo decían en los documentos que hacían circular profusamente.

Cámpora imitando a Perón

Montoneros en acción

Pero Perón no se conformaba con ser una estampita. Indignado, ordenó a Cámpora que viajara a Madrid, y allí lo sometió públicamente a humillantes castigos verbales delante de testigos:

“¿Qué me ha hecho Cámpora? Me ha llenado el gobierno de putos y de zurdos. Esto es una vergüenza y una infamia …”.

La fecha del anunciado retorno de Perón al país, 20 de Junio, fue la elegida para eliminar físicamente al líder justicialista en Ezeiza. Desaparecido Perón, las organizaciones guerrilleras seguirían gobernando con Cámpora.

Advertido por su amigo Vicente Solano Lima, Perón aterriza en la Base Aérea Militar de Morón, mientras en Ezeiza la custodia peronista asignada a la seguridad del acto desbarataban a sangre y fuego la intentona terrorista.

EL PODER NACE DEL FUSIL:

Cámpora fue obligado por Perón a renunciar, y luego sería expulsado del Partido Justicialista por “traición”. El 6 de Septiembre, Montoneros pasa a la clandestinidad. En las elecciones del 23 de ese mes triunfa Perón con el 62 % de los votos y Montoneros asesina a Rucci el día 25. Continúa el accionar terrorista. Perón expulsa a columnas de la organización Montoneros de la Plaza de Mayo, tras calificarlos de “estúpidos, imberbes”. Montoneros comienza a operar coordinadamente con FAR y ERP. Todo un gran aparato subversivo, que no quiere elecciones, ni democracia, ni partidos burgueses.
Buscan la toma del poder por la vía armada, para imponer el socialismo,
porque como les enseñó Mao: “El poder nace del fusil”.

Entre 1969 y 1979, se produjeron 21.642 acciones subversivas; 5.215
atentados con explosivos; 1.052 atentados incendiarios; 1.311 robos de
explosivos; 132 robos de material incendiario; 2.013 intimidaciones armadas; 52 atentados contra medios de prensa; 1.748 secuestros; 1.501 asesinatos; 551 robos de dinero; 589 robos de vehículos; 2.402 robos de armamento; 40 robos de documentos de identidad en blanco; 17 robos de uniformes; 19 robos de equipos de comunicación; 73 robos de equipos médicos; 20 copamientos de localidades; 45 copamientos de unidades militares, policiales y otras fuerzas de seguridad; 22 copamientos de medios de prensa; 80 copamientos de fábricas; 5 copamientos de cines y teatros; 261 repartos de víveres robados; 3.014 actos de propaganda revolucionaria; 157 izamientos de banderas subversivas y 666 actos intimidatorios. En 1974, se instala un foco guerrillero en el monte tucumano con integrantes del ERP y apoyo de Montoneros.

Estas cifras y datos escalofriantes fueron constatadas por sentencia de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal Federal en 1985.

LOS MÉTODOS GANGSTERILES:

Siempre hubo en las organizaciones subversivas un remedo de los métodos empleados por los gángsters de Chicago. También habría que agregar a Al Capone en la lista de sus ideólogos e inspiradores. El secuestro extorsivo, el amedrentamiento, el asesinato, los robos y asaltos a mano armada, y la “venta de protección”.

Quien no aceptaba “comprar protección” a las bandas de gángsters, recibiría seguramente la visita que lo haría cambiar de opinión y pagar: su casa o su empresa serían ametralladas o incendiadas, su automóvil volaría en mil pedazos o algún familiar se caería por el hueco de un ascensor. La subversión llamaba a esto “impuesto revolucionario”, versión socialista de la “venta de protección”.

La llegada de los Kirchner al poder puso en práctica las ideas que
caracterizaron a los grupos subversivos, que fueron oficialmente
reivindicados. Muchos cuadros integrantes de aquellas organizaciones
ilegales pasaron a ocupar funciones de gobierno y otros permanecieron entre bambalinas. Lo cierto es que desde el primer momento, el grupo gobernante tomó distancia de Perón y de su ideología, a la vez que desataba una guerra contra lo que en los manuales marxistas se denomina “sociedad burguesa”.

DETALLES HISTÓRICOS Y CANALLADAS:

• Cámpora no conoció a Perón en 1945 sino el 12 de octubre de 1944, cuando ambos eran funcionarios del Gobierno Militar surgido del golpe del 4 de junio de 1943 y en la que Perón actuaba como vicepresidente y ministro.

• Aunque fue electo diputado en 1946, se lo nombró presidente de la Cámara en 1948.

• Se omite mencionar que Cámpora fue funcionario del referido Gobierno Militar. Específicamente, el 16 de agosto de 1944 fue designado Comisionado Municipal en San Andrés de Giles.

OBSERVACIONES:

• Cámpora fue elegido presidente el 11 de marzo de 1973 y no el 25 de mayo. Ésta fue la fecha de su asunción.

• Dado que Perón había sido depuesto en septiembre de 1955, el lapso de “casi 20 años” incluye parte del propio gobierno de Perón. En todo caso, serían “casi 18 años”. Claro que un poco de exageración no viene mal para convencer a quienes estudian la historia argentina mediante “apuntes” de La Cámpora , “informes” difundidos por las huestes de Diego Gvirtz (6-7-8, TVR, Duro de Domar) o elementos de similar calidad.

· La Cámpora considera “dictaduras militares” a los gobiernos de Frondizi (1958-1962) e Illia (1963-1966). Otra canallada.

· Es obvio que la proscripción del peronismo no alcanzó a la elección del 11 de marzo de 1973.

Ahora el destino ni siquiera está en los verdadero montoneros, sino en un montón de chicos bien, burgueses e hipócritas que hablan de progresismo y modelo y solo es una forma de robar y pensar en juntar la plata para comprarse un departamento en Puerto Madero, hogar del Vicepresidente Amado Boudou y de Cristina que también compró uno muy cerca de su Amado.


¡Los que lo hemos vivido y recordamos... es tal cual!  

Publicado por SANTIAGO TIERRA POLITICA
Gráficas  www.periodismosinfronteras.com

domingo, 3 de marzo de 2013

Juan Gálvez: La leyenda continúa

POR MIGUEL ANGEL SEBASTIÁN

Se cumplen hoy 50 años de la muerte del piloto que ganó más títulos (9) y mayor cantidad de carreras (56) en TC.
Fina estampa. Juan Gálvez, al costado de su Ford número 5, con el que acumuló tantas hazañas en el Turismo Carretera. /ARCHIVO CLARIN

03/03/13
Ganó muchas carreras y títulos Juan Gálvez.
Más que ninguno en la historia del Turismo Carretera, la categoría más popular del automovilismo argentino.
Sin embargo, su gran victoria la obtuvo en este medio siglo que hoy se cumple desde que en Olavarría emprendió esa carrera sin retorno rumbo a la eternidad.
Cincuenta años en los que sus récords de más ganador y más campeón no fueron batidos por ninguno de los grandes pilotos que lo sucedieron ni su recuerdo devorado por ese gran depredador que es el paso del tiempo.
No tuvo Juan el carisma de ídolo de su hermano Oscar, ni la trascendencia mundial de Juan Manuel Fangio. Sin embargo, contalento, esfuerzo, resultados y personalidad hizo lo suyo para compartir con aquellos otros dos grandes un teórico podio del automovilismo argentino de todos los tiempos. Un podio que en la realidad existió en aquel Gran Premio de 1949, la carrera mas larga que se corrió en nuestro país (11.035 kilómetros en 12 etapas) y que Juan encabezó con el Chueco y el Aguilucho como escoltas.
Fue un adelantado del automovilismo este Juan Gálvez nacido en Caballito el 12 de febrero de 1916, asomado a las carreras de TC a fines de los años 30 como acompañante de su hermano Oscar e independizado en la década del 40 para empezar a escribir su propia y gran historia en los años en los que el TC, con las legendarias cupecitas, los famosos Grandes Premios y sus tradicionales Vueltas, cimentó esa inquebrantable tradición y ese profundo amor con la gente que aún perdura pese a ser tan diferente.
“Correr en autos es andar lo suficientemente despacio para llegar antes que los demás”, decía Juan sin alzar la voz y con ese respeto que era una marca distintiva en su trato.
Una particular y exacta definición de su estilo fino, prolijo y de su sentido estratégico de las carreras que, sin la espectacularidad de las otras figuras de la época, le permitieron lograr lo más importante que, como decía, era “llegar antes que los demás”.
Y vaya si llegó tantas veces antes que los demás. Cincuenta y seis, nada menos. Una cifra por ahora inalcanzable.
“Juan, no vayas a Olavarría, no nos quieren; además, no tenés nada que demostrar”. El pedido de su hermano Oscar tenía más la angustia del ruego que la bondad del simple consejo fraterno.
Obstinado como también era, Juan fue a Olavarría con la obsesión de derrotar a los locales hermanos Emiliozzi y la idea de demostrar que, pese a sus 47 años, todavía podía sumar más triunfos. En eso estaba en la segunda vuelta cuando tras superar a Meunier, a Ríos y a Saigós, quedó también por delante de Emiliozzi en los relojes.
La S de los Chilenos, una curva a la derecha, parecía no ofrecer problemas para un piloto del nivel de Juan. Sin embargo, el barro acumulado por la lluvia de la noche anterior hizo derrapar al Ford número 5. La segunda marcha no encontró respuesta cuando la requirió Juan y el Ford número 5 se clavó de punta para iniciar una serie de tumbos.
Sin el cinturón de seguridad, porque a Juan le aterraba la posibilidad de morir quemado, él y su acompañante, Raúl Cottet, salieron despedidos por la misma puerta derecha pero con distintos destinos. Cottet tuvo golpes leves. Juan se fracturó el cuello y entró en la leyenda para seguir ganando desde allá arriba.

EL BLOG OPINA
                                     Inolvidable época de nuestra niñez y juventud. Un indiscutible ídolo que llenara las paginas del deporte automovilista argentino.