Sin embargo a diario nos ocurren episodios fortuitos sin mayor significado que quedan imborrables en el recuerdo, a pesar de que la brevedad de su lapso no alcanzó más que a unos instantes.
Este preludio viene al caso para intentar narrar dos situaciones que ni siquiera llegan a anécdotas y más se encaminan hacia el propósito de aclarar una duda de carácter personal, como se verá al final. En este recuerdo intervienen estos dos grandes escritores aunque en distintas situaciones de tiempo y espacio.
![]()
Empezaremos por Borges a principios de los sesenta. Lo vi., una tarde, en la calle Maipú, en la acera, frente a la entrada del edificio de apartamentos donde vivía.Esperaba un taxi, e iba acompañado, ―supongo― (ya estaba ciego), de un empleado de

En ambos casos, pasados los años, lamenté haber desaprovechado la oportunidad de haberles expresado respetuosamente unas breves palabras de reconocimiento. Hoy, que ya no soy tan tímido como ayer, ya no me pasan esas cosas. ―¿Será que ya no me importa, o será que ya no hay escritores de esos tamaños y valores…..?
Material Gráfico: portalunesco.com fcom.us.es apuntesapocrifos.wordpress.com darkhypnosis.wordpress.com aninsideoutsock.wordpress.com floresderetoricawordpress.com http://www.guiafe.com.ar/ clubdetraductoresliterariosdebaires.blogspot.com y del autor.




